El museo de arte moderno es uno de esos tesoros escondidos en ciudad monstruo que la gente solo usa como estacionamiento; este domingo fue el marco perfecto para una cita a ciegas.
Texto: José A. Pérez-Robleda
Fotos: Mónica Monroy Lucero
Visité este museo hace cuatro años. Recuerdo que me gustó. Después, reconozco, me olvidé de él. Al regresar, recordé todas las veces que he pasado por la puerta: ya sea un domingo en bicicleta aprovechando que Reforma cierra para consternación de los automovilistas o cualquier otro día de la semana como parte del trafico que se hace en Reforma para consternación de los automovilistas. Pero, siempre, sin recordar que el museo estaba ahí.
De cualquier forma, mientras el bullicio pululaba fuera allá fuera, dentro, en absoluta paz, me esperaban mita cita a ciegas. Ellá Nada más llegar, me llevó ante Locomoción capilar. Esa fue mi primera impresión: un buen augurio. Delante de Mimetismo comenzó a caerme bien. Me encantó fijarme en los piececitos con forma de patas de silla tan delicados que solo podían ser de mujer. Pero fue delante del flautista cuando fue comencé enamorarme de Remedios Varo.
El Flautista, como todos, es un cuadro magnifico pero, la incrustación de carey, además de nada gratuita, le da una luz imposible de fotografiar. Un toque que sólo puede apreciarse en persona. confesado mi amor Remedios me presentó a sus amigos. Leonora Carrington me gustó tanto como ella; Wolfgang Paalen en cambio no me calló tan bien. Su genialidad pertenece a esa categoría de cosas que puedo entender pero que no logro apreciar. mea culpa.
Después de tan grata velada, invité a Remedios a un café con paseo. El lugar elegido fue el café de enmedio, en la alameda junto al Laboratorio Arte Alameda. Y como la tarde estaba tan bonita fue necesario pedir para llevar y pasear pausadamente por la alameda hasta el mercado rodante de libros de Paseo Condesa donde los libreros muestran su genero en mesas de tablones o directamente sobre en telas sobre el suelo.
Los libreros diferencian entre dos tipos de libros: aquellos ajados que sólo merecen un lugar indeterminado en el montón y otros que guardan la suficiente nobleza como para ser ordenados y envueltos en celofán como si haber sido leídos fuera una deshonra que es necesario esconder.
Entre los ajados encontré un libro de sicoanálisis que tenía como portada un fragmento de Presencia inquietante. Remedios sonrió, al menos en mi mente, y seguimos caminando. Cuando oscureció la llevé a mi casa y esa noche durmió conmigo. Al despertar, me acompañó a mi trabajo y regresó de a ratos a mi pensamiento.
Debo confesar que tengo cierta fe en lo nuestro. A pesar de que me sé no correspondido: Remedios hace tiempo dejó esos menesteres. Pero desde el domingo no he dejado de pensar en ella. Remedios se quedará conmigo por siempre o, al menos, un ratito de muchos años. Yo, feliz, me conformaré con este amor platónico.
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Información útil.
Museo de arte moderno
Miércoles, viernes y domingos 10:00 a 18:00 horas. Jueves y sábado 10:00 a 20:00 horas. Lunes y martes. Cerrado.
Dirección: Paseo de la Reforma y Gandhi S/N, Bosque de Chapultepec I, 11560 Ciudad de México, Distrito Federal
Teléfono: 01 55 5553 6233
De lunes a Jueves 11:00 - 21:00. De viernes a domingo 12:00 - 22:00
Direccion: Colón No. 1 Local F, Centro Histórico06060 México, D. F.
Telefóno: 55122405