Soy un dinosaurio
texto: Alfredo Núñez Lanz
Ilustraciones: Mariana Zúñiga Torres
textofilia
Soy un dinosaurio es la historia de un dinosaurio y su mejor amigo, Memo, un halcón. Se conocen de la escuela y siempre están juntos, sin importar que digan los demás; ellos arman alboroto, se ríen cómplices, juegan a las luchas y siempre acaban haciéndose cosquillas.Hasta que un día Memo deja de juagar con él sin que el dinosaurio comprenda muy bien que ha pasado. A partir de aquí convergen muchos sentimientos: la preocupación, el desconcierto, la tristeza, el noséqueestápasando, el cariño, la nueva escuela. Historias que completamos desde fuera del libro, justo desde nuestra experiencia.
Soy un dinosaurio es una historia en primera persona sobre la discriminación. Sin victimismos ni condenas: el texto es duro, pero solo para un adulto; leído con la inocencia de quien no comprende la maldad solo explica como el dinosaurio se siente. Alfredo Núñez Lanz nos trae un texto, tan creíble, que casi me olvido de mencionar al autor, como si hubiese sido escrito por el propio dinosaurio.
Un detalle: antes de comenzar el libro, en la guarda, aparece la leyenda Este libro pertenece a: sobre una línea de puntos que nos invita a colocar nuestro nombre. Después de esto, no se me hace casual que el dinosaurio no tenga nombre: en él caben todos los niños del mundo, incluso nosotros, cuando fuimos niños.
Del mismo modo que el texto, las ilustraciones son subjetivas: no nos muestran al dinosaurio si no cómo él ve el mundo: lleno de dulzura. Mariana Zúñiga mezcla lápices y acuarelas, para traernos unas ilustraciones que, desde el comienzo, nos remiten al mundo escolar. Y solo salimos de esta tónica para entrar en la imaginación. Mariana retrata personas de ojos grandes con miradas serias y dulces en escenas sin aire, contundentes, capaces de subrayar el estado de ánimo que nos trasmite el texto.
Un libro para enseñar (y aprender) cómo algunos dinosaurios pueden volar.
donde conseguirlo: FCE | el sótano


