Enseña como tus alumnos aprenden
Los perfiles de nuestro alumnos han cambiado drásticamente en los últimos 30 años. Las dos últimas generaciones se forman de manera muy diferente a como lo han hecho todas las anteriores. Como profesores, no podemos quedarnos atrás y seguir enseñando como nosotros aprendimos. Debemos entender cómo aprenden estas generaciones y pasar de la teoría a la practica. Para ello, proponemos Creative Teaching una metodología, propia, de 4 pasos que ayuda a los profesores a planear sus clases para adaptarse a las nuevas formas de aprendizaje, hacerlas innovadoras, desarrollar la creatividad y, siempre que se pueda, incluir la tecnología en aula.
Creative teaching
Indaga
Genera preguntas interesantes y deja que los alumnos busquen la información
Todo comienza con una pregunta de impacto. Se traga de captar la atención del alumno, de retarle. Prueba a llegar a clase con una pregunta y deja que los alumnos indaguen la respuesta.
¿CÓMO DEBE SER ESTA PREGUNTA?
Por supuesto no sirve cualquier pregunta, debemos conseguir retar al alumno. Una pregunta de impacto debe tener al menos tres características.
- Debe despertar el interés del alumno
- Involucrar al menos dos competencias de una o varias materias
- No googleable
EJEMPLOS:
¿Cómo tendría que ser la atmosfera terrestre para que una libélula midiese 2 metros?
¿Cómo tendría que ser el aparato fonador de una gallina para que pudiese volar?
¿Cómo deberían ser las alas de una avestruz para que pudiese volar?
¿Cómo sería el trabajo en las zonas rurales si no existiesen los derechos humanos?
Colabora
Pon a los alumnos a contrastar la información, deja que sean ellos quienes comparen, compartan , verifiquen la información y generen un contenido .
Un grupo bien informado genera más conocimiento que cualquier de sus individuos de manera aislada. Así que una vez que cada alumno haya respondido la pregunta, deja que compartan la información, que la contrasten unos con otros, que compartan experiencias y se inspiren en grupo. Así es como, de manera natural, ellos entienden cualquier relación. No hay que olvidar que relacionarse en las redes es igual a colaborar. Obtén así una respuesta grupal a tu pregunta pero sobre todo que generen contenido propio, puede ser desde un ensayo o una presentación hasta un video interactivo. No tengas miedo de escuchar propuestas de alumnos.
¿CÓMO HACERLO?
Primera opción: recursos digitales. Viviendo en un entorno digital y con tantas las herramientas disponibles sería irresponsable no acudir a ellas.
Y si no vivo en un entorno digital: por supuesto se puede colaborar si internet (como especie, lo hemos hecho los últimos 100.000 años). Una hoja de rotafolio, un pizarrón, o sentarlos en una mesa a mostrar lo encontrado. Te sorprenderá como tus alumnos, acostumbrados a colaborar en entornos digitales, colaboran en entornos analógicos.
Comparte
¿Ya estás listo? es hora de compartir ese conocimiento al mundo. Deja que tus alumnos compartan y juega con su ego y sus capacidades.
No dejes que sus trabajos encerrados en el aula. Aprovecha que las nuevas generaciones de alumnos, más que ninguna otra, viven en un entorno global e interactivo: si algo no les gusta, pueden producir otra cosa y subirla a la red para que sea evaluada entre todos. Deja que compartan sus respuestas y que conecten con otras personas que estén haciendo cosas similares. Además, compartir activa los mismos mecanismos de satisfacción y reconocimiento que mantienen a nuestros alumnos pegados a una pantalla.
¿CÓMO HACERLO?
Primera opción: recursos digitales (de nuevo), sería irresponsable no hacerlo (de nuevo). Las redes sociales y plataformas de publicación son el camino más obvio para compartir los trabajos y conectar con otras personas.
Para alumnos menores de edad recomendamos crear ambientes digitales controlados y consensuarlos con papas y directores de la escuela.
Segunda opción: usa los medios de publicación a tu disposición y toda tu creatividad. Publicar puede ser una feria de ciencias, una obra de teatro o un sencillo tablón de anuncios en un pasillo.
Retroalimenta
Retroalimenta a tus alumnos constantemente, acompáñalos en el camino y sobre todo dales tu valoración de su proyecto.
Tus alumnos tienen casi toda la información del mundo al alcance de un clic o, al menos la básica, en los libros y bibliotecas de aula. Pero carecen del criterio para diferenciar unas fuentes de otras. Aquí tu papel es fundamental, retroalimentándolos no solo te aseguras que adquieran las competencias previstas, sino que desarrollas su criterio y la habilidad de diferenciar buenos y malos contenidos. Luego, una vez los grupos tengan estas habilidades más desarrolladas (no importa la edad) podrás dejar que se retroalimenten entren ellos.
¿CUÁNDO HACERLO?
No esperes la final para dar reconocimientos: evaluar no es lo mismo que calificar. Te recomendamos acompañar a tus alumnos durante todo el proceso e irlos guiando. Si usas herramientas digitales puedes estar involucrados en sus plataformas y si no, bastará con acercarte a cada grupo para darles coaching.