Del lat. trans-. y Del lat. generatio, -ōnis.
- adj. Que se extiende a través de varias generaciones.
- adj. Relativo a aquéllo que impacta o traviesa a diferentes cohortes generacionales.
Lo primero que me sorprende al abordar esta entrada es que la palabra transgeneracinal no aparece en el diccionario (propongo una definición lo más evidente posible). Sin embargo, en cuanto lo pensamos un poco no resulta casual que sea una palabra de reciente creación: en unos pocos años convivirán en espacios sociales y de trabajo, por primera vez en la historia, cuatro generaciones con fuertes brechas: Baby boomers, generación x, millenials y generación touch. Hay, además, un salto especialmente fuerte entre la generación x y los millennials: el salto digital. Es por tanto un tema que hay que abordar ahora y que necesitaba de un concepto tan evidente como este: transgeneracional.
(Para saber más de esto Tres caracteristicas de la generación touch)
Por su parte, una educación transgeneracional aborda un triple reto: enseñar a diferentes generaciones, enseñar a convivir a esas generaciones, y fruto de esas dos retos enseñar a esas generaciones a aprender las unas de las otras.
Enseñar a aprender.
La manera en que se hacen las cosas ha cambiado tan deprisa desde la segunda mitad del siglo XX que, en la práctica, hemos tenido que reaprender a hacer las mismas cosas varias veces. Pensemos en la música, en paso del vinilo al streaming, hemos cambiado nuestros hábitos, la forma en que compramos la música, en los aparatos que usamos para oírla y hasta en la forma en simplemente le damos play a una canción. Pensemos por un momento en todas las cosas que han cambiado en los últimos años y que tambien hemos tenido que reaprender. Una educación transgeneracional será capaz de enseñar no solo a todas las generaciones en la forma en que ellos aprenden, sino enseñarles a adaptarse al cambio constante y asumir el aprendizaje continuo.
Enseñar a convivir.
No se cuantas veces he escuchado decir: “no entiendo a los chavos de ahora” ya sé, esto ha pasado siempre, sin embargo, justo ahora, internet ha propiciado, nuevas formas de comunicación que implican nuevas formas de relación. p.e. mi cuenta de twitter es exactamente igual que la de Lady Gaga, excepto en número de seguidores; cuando escribo @ladygaga a ella le llega exactamente igual que cuando alguien escribe @perezrobleda, además yo tengo la ilusión de que es ella en persona quien me responde, lo cual más de una vez puede ser cierto, esto hace que me sienta en mismo plano que ella, solo el respeto de sus 63.5 millones de seguidores me hacen sentir un poco distante.
Las nuevas formas de relación llevan a un modo de colaboración distinto, que no entiende de jerarquías, ni de propiedades excesivas, un trabajo en equipo donde las ideas transitan rápidamente en un entorno siempre en construcción. En los espacios virtuales de colaboración caben todos a condición a que acepten ser un nodo más de la red. Estos espacios virtuales al trasladarse al espacio analógico de la oficina o la escuela, chocan con estilos más antiguos de relación y es aquí donde entra una educación transgeneracional capaz de enseñarnos a convivir.

Enseñar a enseñar
Tradicionalmente los más viejos enseñaban a los más jóvenes, en una suerte de transmisión de experiencia acumulada. Sin embargo, en los últimos años, estos roles parecen haberse traspapelado: el conocimiento parece plenamente accesible desde cualquier conexión a internet, la experiencia acumulada parece caducar cada muy poco tiempo y ahora el valor es la capacidad de aprender y, por último, los más jóvenes parecen adquirir las habilidades tecnológicas de manera natural, casi por ciencia infusa. Una educación transgeneracional que aborde esta realidad debe ir en todas direcciones. Diferentes generaciones, conviviendo en un mismo espacio, deben aprender unos de otros. Resulta que los recién llegados tienen algo que enseñarnos no solo deben callarse y escuchar. Los más expertos, tienen algo que aprender, no solo deben hablar y evaluar. La palabra clave es intercambio. Debemos convertir las aulas en espacios de intercambio de conocimiento desde un respeto transgeneracional.
Los profesores tienen miedo de quedar en evidencia, pues no se atreven a enseñar algo que no saben, como nuevas tecnologías, y los alumnos no entienden por qué le enseñan de un modo en que el mundo ya no funciona.
Después de esto me gustaría volver a la definición propuesta de transgeneracional: 1. Que se extiende a través de varias generaciones. 2. Relativo a aquello que impacta o traviesa a diferentes cohortes generacionales.
El reto supone asumir esta realidad transgeneracional y entender que como profesores estamos mediando entre generaciones (directores, compañeros, papás y alumnos). Podemos asumirnos, pasivamente, como la generación en que cambió las cosas o bien, asumir este reto de manera activa y ser la generación que cambió las cosas. ¿te atreves?